SIERRA DEL SUIDO

Respira hondo y siente la naturaleza.

La sierra del Suido con su cima a más de 1.000m de altitud, localizada en la parte sur de la dorsal Gallega es la montaña que te invita a desconectar en el entorno  rural de la provincia de Pontevedra.

La sierra se eleva entre  las provincias de Pontevedra y Ourense y fue surcada históricamente por los arrieros como lugar de paso entre la costa Atlántica,  partiendo de las «Rías Baixas» al interior de Orense estableciendo rutas de comercios del vino y la pesca. 

La naturaleza hizo de la Sierra del Suido, la montaña más alta y próxima a la costa sur gallega, un parapeto natural de las inclemencias del atlántico,  desafiando constantemente a que  las generosas nubes atlánticas descarguen sobre sus cumbres y así alimentar ríos y fragas.

La Sierra del Suido  recoge el agua que mana por sus bañas, bosques de frondosas , «carballeiras» y prados en los ríos labrados en la piedra,  tintando de verde ese espectacular paisaje que te invita disfrutar de paseos y rutas de naturaleza en las que  visitar sus pueblos y conocer la huella que el  hombre ha dejado a lo largo de miles de años de historia.

El Suido es naturaleza viva

Como apartada del mundo, en una superficie próxima a 200 Kilómetros cuadrados, la sierra se ha conservado, a pesar de la partida de tantos emigrantes que a lo largo del siglo XX buscaron una oportunidad de mejora de sus forma de vida,  en lugares con condiciones menos exigentes y dejaron descansar la sierra. La Sierra ha mantenido a buen recaudo los tesoros vivos, su fauna, su flora, sus ríos, sus rocallas, preservando un hermoso tesoro paisajísitico, desde el que se pueden comtemplar las Rías Baixas,  desde lo más alto y se puede disfrutar de  los bosques autóctonos, ríos y enormes rocas dejadas al descubierto por la acción de la erosión a lo largo de miles de años de historia.

Es Agua

Brañas, ríos, regatos, cascadas, fuentes, etc…. El agua discurre por el Suido con enorme desenfreno en los meses de otoño e invierno para dar paso  a suaves caudales que refrescan nuestras hermosos bosques autóctonos en el primavera y verano

Es Piedra

En el suido se encuentran rocas espectaculares  que se disponen a modo de rocallas de una bellaza natural impresionante. Rocas  desnudas, rocas cubiertas con un manto de musgos y líquenes, Rocas grabadas con petroglifos. También la utilización tradicional de las rocas y su utilización por el hombre  dejaron huella en el suido, Mamoas funerarias, Construcciones como los Chozos elaborados en piedra, con sus tejados de losa, que se utilizaban por los pastores en la época estibal en la zona alta de la sierra  y que perduran actualmente; Construcciones trampas de dimensiones enormes, que nos llegan desde la época medieval para la caza de los depredadores como el lobo. En todo caso  rocas que seguro albergan miles de años de historia, erosión y cambios, que revelan la transformación de su entorno.

Es Flora

En la sierra del suido y sus aledaños se pueden encontrar 12 hábitats designados de interés comunitario por la directiva Hábitats, con reseñas especiales al bosque de aliso alvial y al matorral higrófilo.

El bosque de ribera que mantiene una elevada oxigenación de las aguas, proporciona una muy buena calidad del agua y genera un hábitat en el que se encuentran especies como los Carex Pniculata, Luzulas sylvatica, L.multiflora, L. Campestris, helechos reales (osmundga regalis),etc… así como las especies el bosque autóctono de roble, abedules y castaños, que se encuentra en diferentes areas de la sierra proporcionado esa riqueza propia y beneficiando la proliferación de centenares de especies de plantas como la , líquenes y hongos que atraen a los amantes de la naturaleza y por supuesto a los micólogos que encuentra ante sí un buen campo de estudio y degustación.

Es Fauna

Lugar de especies  que comparten espacio y luchan por sobrevivir, como son el corzo, jabalí, lobo, y especies que sobrevuelan el Súido, aves rapaces como el buitre leonado, buitre negro, águila calzada, águilas culebreras, etc…. y cientos de especies de pájaros que  revolotean alegremente y llenan esos momentos de observación con la música de sus piares.

Es Historia

Arrieros que tenían que cruzar la sierra para comerciar, Pastores que construyeron sus chozos para refugiarse de las inclemencias en los veranos en búsqueda de pastos para sus rebaños.                                       Construcciones comunales para la caza del lobo o construciones particulares para la guarda de la cosecha.                                                                   

Fue lugar  de confrontación entre los Condes de Rivadavia y Soutomaior, que peleaban por los límites territoriales, por gestionar el territorio, . Pero antes, mucho, mucho antes  tribus  que grafitaban en forma de petroglifos, Celtas que dejaron en las rocas grafitos que permanecieron miles de años, para recordarnos que el mundo no comenzó ayer.

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